Ni la literatura más distópica imaginó una educación totalmente virtual, mediada por una pantalla y sin el docente a mano para reforzar conceptos. La humanidad tuvo que aprender de apuro en medio de la pandemia. En Misiones el escenario fue igual de dramático, con la diferencia de que había un sistema preparado para la virtualidad al que sólo hubo que potenciar. De este modo, la Provincia pudo continuar con las clases casi sin interrupciones, con las lógicas demandas y desafíos que plantea la educación en entornos rurales o de carencias. Sin embargo, la plataforma Guacurarí termina el año con más de cuatro millones de visitas y 800 mil usuarios, muchos de ellos de fuera de la provincia. La virtualidad llegó para quedarse y probablemente sea la protagonista en el híbrido con la presencialidad en la vuelta a clases en marzo de 2021, asegura el ministro de Educación, Miguel Sedoff, a Economis.
“El año fue bastante difícil, sobre todo inesperado. Cuando empezamos el año, en enero o febrero, de todos los proyectos que teníamos, incluso inauguramos distritos escolares en San Pedro, la escuela de la Innovación en Posadas, incluso teníamos 22 escuelas para inaugurar. Ya teníamos programadas las fechas con el Gobernador, eso se cortó. Al principio fue una idea de decepción, pero pensamos que iba a ser muy poco el tiempo de la cuarentena. Ahí dijimos: “Vamos a idear alguna solución mientras tanto, con eso empezamos la plataforma Guacurarí, que también nos sirvió, ahora viéndolo en perspectiva, el tenerla lista un poco antes, creo que fue una buena apuesta. El 15 empezamos y eso sirvió. Veníamos con una velocidad crucero tranquila, desarrollando, trabajando en TICS, en la provisión de contenidos audiovisuales, en el modelo biplano, en el modelo mixto que se está pensando para la post pandemia. Cuando el Gobernador decidió la suspensión, nos encontramos con esas herramientas y la base potencial. A partir de ese momento, creo que fue muy claro, que teníamos con qué. Yo creo que hay un gran tesoro en la sociedad misionera, que la hace diferente a otras, que tiene que ver con la idea de que es posible hacer las cosas. Yo creo que esa posibilidad en algunos momentos es casi una inconsciencia, la inconsciencia sobre los límites. Pasó todo el año en la virtualidad, la plataforma Guacurarí con 4.8 millones de visitas, que es un número formidable para cualquier provincia. La plataforma educativa más utilizada del país entre instituciones públicas y privadas, con una solidez tecnológica que permitió sostener no solamente a nuestras escuelas, sino a cualquier otra persona, de hecho, casi el 25% son usuarios fuera del sistema nuestro. Sobre todo, la versatilidad de haber podido ampliar los contenidos, ampliar el alcance, ampliar las estrategias de aprendizaje. Entonces, desde ese punto de vista creo que estuvimos muy bien. El hecho, obviamente de no tener clases presenciales le quita una pata a la escuela, que es justamente la del encuentro.
¿Se puede medir qué grado de conocimiento dejó o no pudo acceder el chico, o eso es todavía intangible?
Eso es un dato que no podemos tener en este momento. Lo podemos pensar en un 2021, cuando hagamos una evaluación de ambos años, cómo fue el efecto de este año, es muy pronto para evaluar. Si te puedo decir que tenemos datos de conectividad, por ejemplo, tenemos que el 92% de los chicos tuvo contacto, algunos más, algunos menos, pero ese porcentaje tuvo contacto con la escuela. Hubo un ocho por ciento que no tuvo contacto, que estuvo desconectado. Sabemos quiénes son, por eso presentamos los centros de conexión tecnológica con el objetivo de traerlos de vuelta, buscarlos y traerlos de vuelta. En cuanto a los aprendizajes, obviamente que hay una afectación, no podemos negar, diciendo que en la escuela fue todo igual, porque decir esto sería de necios, porque pasó mucho. Fue como un gran experimento social, que pase todo a la virtualidad, a nadie se le ocurrió nunca, la posibilidad de estar al cien por ciento forma virtual. Eso hace que los sistemas educativos no estén preparados, los docentes no estén preparados, las familias tampoco. Hubo mucho cansancio al final, cansancio de zoom, cansancio cognitivo, la pérdida de ganas de continuar con las clases. Hay un gran impacto afectivo en este proceso… por eso el regreso para los que cerraban el ciclo fue fantástico, fue un final a toda orquesta para ellos. Recorrí varias escuelas y hablé con los chicos y todos me decían lo mismo, querían volver para estar con sus compañeros. A mí la verdad me parecía injusto que se terminara con una pantalla negra y un click, toda la escuela, era como una cosa muy rara. Y los chicos fueron, cerca del 95% fueron, a pesar de que no necesitaban ir porque ya habían aprobado, ellos quisieron ir con sus compañeros y docentes, ir con sus remeras de egresados, con su buzo de egresados.
Había buzos y barbijos de egresados…
Sí, había, eso es lo importante. Dos cosas importantes con eso: primero que no hubo contagios, segundo que los chicos y docentes fueron los que más quisieron volver, eso nos sirvió y nos sirve cómo experiencia, no es lo mismo volver el año que viene con esta experiencia, que sin esta experiencia.
¿Qué evaluación se puede hacer sobre la deserción escolar en la pandemia?
Ese 8% que no se pudo conectar, que son los que vamos a priorizar para reengancharlos a la escuela. Esa es mi preocupación sobre los efectos de este año. No sé cómo vamos a volver a la escuela con los chicos. Aparentemente va a continuar la emergencia, por eso me parece importante que quinto y sexto pudieran volver, porque volvieron los que podían volver, los que no volvieron era porque estaban trabajando, por algún problema de salud, así que no entraba por los requisitos. Se sostiene un espíritu en la escuela, porque además del conocimiento disciplinar, tiene un montón de relevantes sociales, pero sin la escuela no hay lugar donde se pueda aprender eso. Cuando vos salís de la escuela, tenés que aprender a escuchar, aprender a tolerar, a comportarte, tenés que hacerte entender, hacer entender al otro, tenés que establecer un discurso, analizar el discurso, tenés que ser crítico en lo que te dicen para que no te manipulen, todo eso si vos no vas a la escuela, te lo perdes. Las oportunidades que te da la vida, de estudio, de trabajo, lo que sea, siempre van a ser más posibles de aprovechar cuando vas a la escuela. Entonces, creo que el concepto de que en la escuela todavía aprendes eso, se sostiene. Y me parece que la frustración de los niños, creo que, de todos, de la sociedad, es que este parate tan largo en la presencialidad tenga un efecto en la sociedad, creo que eso recién lo podremos ver el año que viene cuando volvamos.
¿Cómo vamos a volver?
Desde un punto de vista de la organización, va a ser un modelo mixto, híbrido entre lo presencial y no presencial. Si fuera posible volveremos todos, pero qué pasa, el distanciamiento social obliga a que las escuelas se reformulen en lo espacial. La escuela está armada en un espacio físico rígido, para 20 o para 30 alumnos. Entonces en principio, se tendría que disminuir esa capacidad, porque vamos a necesitar un metro y medio de distancia, vamos a necesitar espacios diferentes. Entonces, así grosso modo, las escuelas van a volver la mitad una semana, la mitad la siguiente y la semana que vos no vayas de manera presencial, vas a tener un contacto virtual.
¿Cómo van a trabajar los docentes?
El docente va a trabajar una semana presencial con sus alumnos y una semana virtual con los mismos alumnos. Porque no es que vamos a dividir un curso, un tercer año el 50% una semana, y un 50% la otra, no, vamos a dividir, primero y segundo, que en general son los que tienen más matrícula, y, tercero, cuarto y quinto la otra semana. Entonces, tenemos la misma unidad, que nos permite también tener un 50 por ciento de incidencia, si alguien contagia, tengo la mitad de la escuela. Solamente el 50% de posible contagio y no la totalidad, que sería si yo voy lunes miércoles y viernes, para primero y segundo y martes y jueves para tercero, cuarto, quinto. Entonces, una semana y una semana, que es un sistema que tiene que ver también con la alternancia, los sistemas en alternancia son así, o 15 días en la escuela, 15 días en su casa. Son modelos que vienen desde hace mucho tiempo, donde no hay ningún descubrimiento.
¿Cuándo se podrá volver normalmente?
No sabemos, porque eso tiene que ver con si hay vacunas, si bajan casos, ya no es una decisión que me compete a mí. Si vos me decís a mí, lo primero que quisiera es que volvamos todos, que el primero de marzo estemos todos en la escuela, pero creo que no va a ser posible. Hay que ser muy prudentes con esto, pero la vacuna es el comienzo de una solución, no es la solución. No porque tengamos la vacuna al día siguiente vamos a tener resuelto esto. Este es un proceso que va a llevar su tiempo, por eso mi planteo de que me parece que los primeros meses vamos a volver de esta forma, si después con el tiempo se nos permite, volveremos a estar todos juntos, los docentes con los chicos adentro, que es donde tienen que estar.
¿Se puede dimensionar quien sufrió más este proceso, si el chico de primaria o secundaria?
Creo que la situación fue muy particular, cada uno de acuerdo a su edad fue afectado, la apatía, la fatiga virtual es muy fuerte para muchos, los chicos más chicos, me parece a mí son los que más sintieron, nos hacemos una idea, porque el contacto a esa edad no se puede sustituir con nada. Los chicos por ahí un poco más grandes, pueden estar más acostumbrados a la virtualidad, a las redes, tienen por ahí otra idea. Para ellos, no digo que es indistinto, pero es como más sencilla esta situación. En el caso de los chicos más chicos, el hecho de no encontrarse con su seño, con su mae, con su compañerito, no poder escuchar del otro, no poder compartir un autito, un juguete, una canción, es muy impactante.
Misiones avanzó mucho, si se le agrega más tecnología ¿qué cambia de esta escuela edificio que teníamos, qué hay que agregarle a esta escuela?
Nos obliga a replantearnos espacios áulicos y la tecnología, donde la tecnología es una parte insustituible dentro del proceso educativo. Me parece que hay muchos aprendizajes que hay que aprovechar, no hay que volver atrás, yo no creo que volvamos a la misma escuela de marzo. Ahí tenemos como dos opciones, hay muchos que están esperando que esto termine, como que es una pausa, una anormalidad, que cuando termine vamos a volver a lo conocido, es decir, cuando pase volver a lo mismo de antes de marzo del 2020. Yo creo que sería un error tomar esto como una pausa, porque pareciera que todo fue negativo, no: “Ah, no pudimos volver a la escuela, entonces no se hizo nada”. No, se hicieron muchísimas cosas, se probaron muchas cosas y sería un error no aprovechar los aprendizajes que tuvimos, la posibilidad del aprendizaje autónomo de los estudiantes, organización escolar, la organización del tiempo, el trabajo colaborativo, la utilización de herramientas, el conocimiento exponencial de las capacidades digitales de los docentes, eso es un gran beneficio. Fue acelerado, fue de emergencia, no es lo mismo la educación virtual de emergencia, que una educación virtual programada, planificada, pensada, pero esto nos tiene que servir de experiencia para mejorar lo que tenemos. Yo creo que tanto la intención de mecanismos tecnológicos, como la introducción de nuevos diseños de aprendizaje, donde ya lo virtual sea parte integral de lo presencial. Es decir, darnos cuenta que hay una gran herramienta, que es la virtualidad que nos permite enriquecer el tiempo de clase. Sacar lo menos desafiante desde lo cognitivo, que sería dentro de la taxonomía bloom, cuando se habla de explicar y comprender, o sea, desde el proceso pasivo, yo agarro un libro y lo puedo leer, como un proceso entendido, sacarlo eso y después de ese tiempo de clase, para hacer crecer más de lo positivo, aplicar, crear, analizar, evaluar, que muchas veces se hace un solo, como una tarea en el hogar, pero se puede hacer en clase, pero con el docente al lado, justamente es el momento donde el chico necesita más apoyo del docente. Entonces esto, creo que también puede ser un cambio de paradigma para la educación del docente del futuro. Es todo muy provisional también, porque hablando de las experiencias, de las experiencias de la innovación en TICs, una experiencia de una escuela de 500 alumnos, sobre 400 mil, es algo que se puede contar como experiencia pero a eso hay que llevarlo a escala…
Cambia todo…
Exacto, el gran desafío es instalar la innovación al sistema educativo. En eso estamos con el nuevo diseño curricular de la escuela secundaria, que es pasar el modelo de la escuela secundaria de innovación, a la escuela secundaria normal, o sea, todo el sistema educativo en general. Todo lo que aprendimos, toda la innovación, que hicimos como experiencia pequeña lo transformamos en un documento curricular y va a ser el modelo de la escuela secundaria de la provincia. Es una resolución ministerial, que establece el nuevo diseño curricular. Que después se va a ir aplicando progresivamente, pero hacía falta un rumbo, hacia esa nueva escuela secundaria es a la que vamos, eso también es innovación y que la innovación sea de impacto.
Voy a repetir la pregunta que hice a principios de 2020, porque cambiaron los escenarios, pero hay cosas que no ¿cómo repetir este esquema tan lindo de la escuela de innovación a la escuela de San Pedro, que todavía está sin conectividad?
El primer paso es cambiar el sistema. Es establecer un diseño curricular, que es el que te marca cómo debe ser la escuela secundaria, ya la escuela de Innovación es el modelo de la escuela, está escrito, está fantástico es de avanzada, realmente el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento me pidió participar porque quiere tomarlo como ejemplo para la nueva escuela secundaria de la Argentina. Estamos produciendo contenidos pedagógicos, excepcional e innovador, este es el primer paso. Esto es un proceso que lleva su tiempo, nos permitió pensar mucho este año, trabajamos con el Cippec, con Unicef, con equipos técnicos nuestros. La innovación va a cambiar con esto, porque puedo hablar de cultura maker, de robótica, de interdigitalidad, de módulos de aprendizajes integrados, de pluriaños, aunque es para escuelas rurales. A ver, la escuela se tiene que enriquecer al hacer esas cosas, vos tenes que darle al chico las herramientas para que el chico piense por sí mismo.