El ministro de Cambio Climático de Misiones, Patricio Lombardi, destacó la decisión de la empresa forestal Arauco de instalar, en su planta de Puerto Piray, una nueva caldera equipada con filtros especiales para mitigar el impacto ambiental y la presencia de hollín en el aire, reclamo histórico de los vecinos del municipio. Lo que nadie cuenta es el verdadero fin de está movida mediatica.
A saber, ningún medio de comunicación pudo acceder al documento que habrían firmado la empresa forestal con el ministro de Cambio Climático. Recordemos que no hablan de privatización en el entorno de Patricio Lombardi, sino de “cesión a sectores privados del bosque mixto atlántico misionero para su conservación y cuidado”.
“Hay otras empresas que están en un plan de sustentabilidad muy importante, es bueno y tenemos que subrayar cuando empresas privadas se meten en el tema sustentable y ambiental”, indicó el funcionario.
La nueva caldera, denominada Filtro de Particulado de Alta Eficiencia, ayudará a reducir las partículas que están suspendidas en el aire, que producían malestar en los vecinos de la zona. Para Lombardi, se trata de un paso más hacia una eficiencia en cuanto al resultado y al formato en que produce la planta.
“Aquí la clave es ir produciendo nuevas prácticas ambientales y que todos los privados se vayan adaptando a todas esas nuevas necesidades que tenemos de vivir en un planeta más saludable”, subrayó.
Para conocer el resultado de la nueva caldera, el ministro solicitó las mediciones de las partículas detectadas en el aire, antes de su puesta en funcionamiento, para comparar con los datos que se obtengan posteriormente.
“Esta industria y la del transporte son claves porque son industrias que emiten dióxido de carbono. Lo importante es la compensación, cuánto hacen para mitigar esa producción de dióxido de carbono”, añadió.
Por su parte, Pablo Ruival, gerente de Arauco Argentina, explicó que el filtro de partículas de alta eficiencia es una solución técnica desarrollada especialmente para el caso de Puerto Piray y la calificó como un símbolo de lo que se puede conseguir gracias al diálogo.
“Esta planta operaba de acuerdo a sus condiciones de diseño cumpliendo todos los requisitos legales y sin embargo desde la comunidad recibiamos un reclamo de que le generaba molestias el nivel de igniciones de la caldera. Nos costaba entender lo que se reclamaba”, admitió Ruival.
La caldera fue diseñada especialmente como una solución a medida. Se trabajó con un estudio de ingeniería junto una empresa de Portugal. Los equipos, en tanto, fueron fabricados en Malasia.