Las usinas de comunicación de la Renovación plantean que todo está en orden y que las elecciones nacionales serán solo un tramite electoral más en nuestra provincia, pero la cuestión no es tan así.
La boleta corta y el discurso del “misionerismo” pueden tener contratiempos a la hora de la votación, ya que por más que lo nieguen o no lo acepten, la realidad supera la ficción, y hoy por hoy la cuestión política nacional sobrepasa todo discurso provincialista de los pregoneros de turno. Los grandes protagonistas de las próximas elecciones serán el kirchnerismo y el macrismo o el “Frente de Todos” y “Juntos por el Cambio”, como más les guste llamarlos y para desgracia de todos, seremos protagonistas de un fuego cruzado sin precedentes entre los dos modelos de país que se enfrentan electoralmente, pero que tienen un denominador en común, el “centralismo porteño”, para estos dos esquemas de poder todo se decide y pasa por Buenos Aires.
Sin necesidad de nombrar a los candidatos misioneros de los distintos frentes, ya que el escenario los trasciende, la “grieta” llegó para quedarse en Misiones, al menos hasta las elecciones de octubre. La Renovación sin lugar a dudas se mantendrá al margen, ratificando los lineamientos de su proyecto misionerista, indefectiblemente eso le puede costar que de las cuatro bancas a diputados que se juegan, al menos dos se las lleven representantes de expresiones políticas nacionales, por una cuestión de lógica pura.
Comienza una nueva etapa política en la Argentina y para bien o para mal no se la puede evitar. Parafraseando al gobernador Hugo Passalacqua y llevándola a terminos electorales, con la vista puesta a octubre, donde se va a jugar la verdadera elección: “La cosa no está fácil”.
“La realidad es aquello que, cuando uno deja de creer en ello, no desaparece” Philip Dick
Artículo publicado por el sitio Misiones Para Todos