¿Qué pasa en Juntos por el Cambio?

La UCR y el PRO están en pie de guerra. Juntos por el Cambio a la deriva en Misiones.

Martín Arjol traiciona a propios y extraños, al mejor estilo Pepe Pianesi, y lleva sus ambiciones al límite apadrinado dentro del partido por Luis Pastori, mientras “Cacho” Barrios Arrechea avanza con Ramón Puerta en un acuerdo con el gobernador de Corrientes Gustavo Valdés y el Grupo Las Marías, dejando afuera a los amigos del PRO.

Alfredo Schiavoni se enfrenta a Martín Goerling y Horacio Loreiro por el control del PRO, mientras Humberto Schiavoni intenta evitar una auditoría en su fundación por las supuestas donaciones recibidas por Ángelo Calcaterra, primo de Maurcio Macri, y el Grupo Z.

Juntos por el Cambio está técnicamente roto en Misiones, no se hablan entre ellos y solo posan para las fotos que no pueden evitar. ¿La pelea es por plata o por poder?

Son dos expresiones que responden a intereses ajenos a la provincia y que no tuvieron la inteligencia de construir colectivamente y ahora se encuentran con otro inconveniente, el adelanto de las elecciones.

En el caso de los legisladores nacionales de Juntos por el Cambio, tanto en la Cámara Baja como en la Cámara Alta, siempre votaron en contra de su propia provincia, lo que los deja sin discurso coherente y solo levantando la bandera del odio. Para esparcir ese odio tienen un minúsculo grupo de esbirros mediáticos que, al igual que ellos, odian hasta el aire que respiran.

Este aumento de tensión interna que puede terminar con la ruptura definitiva de la coalisión opositora demuestra que tener autonomía política te da la ventaja de no depender de los caprichos, intereses y soberbia de los partidos nacionales que pregonan federalismo y se comportan como miserables unitarios.

Al igual que el Frente de Todos, Juntos por el Cambio está a la deriva, mientras los libertarios vienen asomando en la tierra colorada.

Continuará…

Por Zorba El Griego