Certeza misionerista

La inauguración del ciclo lectivo de la Escuela de Robótica, con la participación de las máximas autoridades del Frente Renovador, terminó siendo una charla muy clarificadora, un ida y vuelta con la prensa, donde se analizaron y desplegaron las más importantes ideas que el Gobierno provincial viene llevando a la realidad y las que tiene pensado para el futuro cercano.

Entre los comentarios, principalmente de Carlos Rovira y de Oscar Herrera Ahuad, se destaca una idea muy firme de que el ciudadano misionero tenga certeza de su realidad, su presente y su futuro. Y esa sensación se viene construyendo desde hace muchos años con una visión estratégica que primero fue un sueño y luego se va concretando como una realidad. La salud pública gratuita y de calidad fue puesta a prueba en esta pandemia y Misiones salió airosa. Lo mismo que la economía, que no se dejó de lado y muestra desde hace ocho meses la reactivación de todo el país, con niveles de actividad, consumo y recaudación que sobresalen de las estadísticas nacionales. Lo mismo la educación, que es la piedra fundamental para que los misioneros que ahora son estudiantes tengan certeza de un futuro asegurado, estando capacitados con las mejores corrientes pedagógicas del mundo, que están al alcance de todos en la Escuela de Robótica, en la Secundaria de Innovación y en el Silicon Misiones, que primero fueron un sueño, producto de una visión adelantada, pero ahora son una realidad palpable. Y no hay nada más contundente que la realidad, porque derriba cualquier palabrerío.

El cuarto componente que le brinda certeza, seguridad y hace que sea previsible el desarrollo de esta provincia es el cuidado del medio ambiente. Los jóvenes que se capacitan y se preparan acá no tendrán la necesidad de irse a trabajar a ninguna empresa privada porque tendrán las herramientas para desarrollar su propia empresa en Misiones pero además tendrán un ambiente sano, puro, equilibrado y preferirán quedarse en su provincia antes de emigrar a las grandes ciudades donde la calidad de vida deja mucho que desear. 

Por Zorba El Griego