Así lo expresó Jesús Contreras, ingeniera agrónoma, del colectivo Semillas de Montecarlo. Crecen cada vez con más firmeza las críticas al ministro de Cambio Climático, Patricio Lombardi y la intención de vender bonos verdes para recaudar fondos para la conservación.
Poco a poco pero con mucha firmeza se van escuchando cada vez más voces en contra del flamante ministro de Cambio Climático de la Provincia, Patricio Lombardi, quien asumió el cargo con la idea de comercializar bonos verdes y lograr recursos para compensar el esfuerzo que hace la provincia en la conservación de la porción de selva paranaense que posee.
Jesús Contreras, ingeniera agrónoma, miembro del colectivo Semillas Autoconvocadas de Montecarlo y de MAELA ( Movimiento Agroecológico de América Latina y el Caribe), fue una de las primeras en plantar bandera públicamente en contra de esta iniciativa.
“Estoy en total desacuerdo con la creación de este ministerio de Cambio Climático y que se nombre ministro a alguien que estuvo 10 años viviendo afuera de Misiones y no conoce la realidad ambiental, además de tener una formación mercantilista de lo que no se debe mercantilizar”, indicó en una entrevista con PRIMERA EDICIÓN.
Aclaró que “no tengo nada personal pero vamos a oponernos de manera muy firme a quien venga a ponerle precio a lo que no se debe poner precio”.
Las críticas también apuntaron al Gobierno: “Realmente es lamentable que desde la Provincia se permitan este tipo de acciones. Mercantilizar la selva es quitar el valor de uso en presente y futuro a las comunidades; y desde el punto de vista político se ha perdido soberanía”, enfatizó.
Y remarcó que “hay aristas que demuestran que se ha instalado una empresa acá, no un poder político, sino un pensamiento empresarial donde le ponen precio a todo. Eso es terrible”.
Aclaró que “no podemos vivir sin un medio ambiente sano como estipula la Constitución Nacional. Ese ministerio no debe existir, para eso ya está el Ministerio de Ecología que debe cumplir y hacer cumplir las leyes: equipar a los guardaparques, los otros ministerios (Agro y Agricultura Familiar) deben impulsar la agroecología; deben disminuir los agrotóxicos, frenar los desmontes, controlar a las pasteras, cumplir con sus obligaciones”.
Contreras reiteró que “ponerle precio a la selva de Misiones es tomar una actitud de propietario en el sentido de pensar que pueden hacer lo que quieran. El poder político no es dueño de los bienes comunes, del pueblo ni de lo que sustenta el pueblo”.
“Ponerle precio a la selva es transformarla en una mercancía, y la selva para el pueblo de Misiones es la vida, entonces quieren quitarle al pueblo el derecho de usar la selva, convivir y llevar adelante una vida a futuro. No entendemos cómo desde el poder político de la provincia, que siempre plantea la protección de los bienes comunes, la población, la soberanía alimentaria, ahora plantee una situación tan grave que hace que pierda soberanía”, dijo la ingeniera.
Falta de transparencia
Contreras sostuvo que, con esta idea, “el gobierno perderá soberanía pero el pueblo no, seguiremos siendo dueños de la selva y los bienes comunes y va a tener una gran oposición en pretender mercantilizar lo que no debe, la vida y las comunidades del futuro”.
“El poder es circunstancial, durará cuatro años, por mandato de los votos pero nosotros vamos a estar siempre como comunidades y como verdaderos dueños de la selva”, añadió.
Al respecto de la intención de vender bonos de carbono opinó que “el bono de carbono tiene una buena intención pero no sabemos qué hay atrás porque no hay información ni transparencia”.
“Tenemos entendido por la experiencia de otros países que el que paga termina diciendo lo que se debe hacer en la tierra donde compró el bono. Incluso hay países que perdieron tierras o perdieron el poder de decisión sobre esas tierras”, advirtió.
Continuó: “El que paga es dueño y el que vende pierde autoridad de decidir sobre la zona donde se pagan bonos de carbono. Acá hay una improvisación vergonzosa, todo está en veremos, no hay nada concreto, no hay información ni transparencia sobre lo que quieren hacer”.
Además dijo que “cambiar deuda por naturaleza es una suerte de desmembramiento territorial, que está prohibido por ley provincial, es una herramienta que usamos cuando se propuso la represa de Corpus. Esto es desmembramiento encubierto con engaños diciendo que van a hacer un bien a la naturaleza”.
Por último enfatizó que el Gobierno “no apuesta al desarrollo de las comunidades, sino que tiene una actitud comercial, mercantilista, de juntar plata sin decir en claro a donde va a estar destinada. Es una nebulosa”.