El presidente Mauricio Macri y su par de Brasil, Jair Bolsonaro, retomaron las negociaciones para avanzar en la construcción de la represa Garabí-Panambí. Durante su visita a Buenos Aires, el mandatario argentino y el brasileño firmaron una declaración conjunta en la que destacaron “la importancia de continuar trabajando en mecanismos de integración y colaboración conjunta, priorizando los proyectos energéticos de acuerdo a las circunstancias existentes en cada país”.
“Las dos posibles hidroeléctricas en la frontera con el país son muy importantes para nuestra agenda”, afirmó Bolsonaro en el Salón Blanco de la Casa Rosada, mientras su hijo Eduardo ratificaba la importancia de las centrales a la prensa local.
En este marco, la Comisión Técnica Mixta para el aprovechamiento de los recursos hídricos compartidos del Río Uruguay se centrará en definir la oportunidad y los mecanismos que permitan profundizar los estudios requeridos.
La declaración choca con la decisión de la Justicia brasileña de frenar el estudio de impacto ambiental una vez que se comprobó que anegará unas 90 mil hectáreas y afectará al parque estadual Do Turvo, el equivalente del otro lado del río Uruguay al Parque Provincial Moconá, que alberga a los saltos paralelos, únicos en el mundo y una enorme porción de selva virgen. Del lado argentino, los recaudos aparecen también en ambientalistas y en la provincia de Misiones, que sancionó la ley de Soberanía Energética, que obliga a un plebiscito vinculantes antes de la autorización para cualquier emprendimiento energético en el recurso hídrico que es patrimonio originario de la provincia.
En paralelo, los presidentes ratificaron la voluntad política de Argentina y Brasil en fortalecer y modernizar el MERCOSUR priorizando su reforma institucional y el intercambio comercial intra MERCOSUR, así como la inserción internacional del bloque a través de la modernización de su estructura arancelaria y de la conclusión de la negociación de los acuerdos comerciales en curso.
Instruyeron a sus equipos negociadores a intensificar sus esfuerzos para la conclusión, en conjunto con los otros dos socios del MERCOSUR, de las negociaciones con la Unión Europea, EFTA y Canadá, y a continuar las negociaciones con Corea y Singapur.
Destacaron el trabajo conjunto entre el MERCOSUR y la Alianza del Pacífico con el compromiso de avanzar en el proceso de integración que se lleva a cabo en el marco del Diálogo entre ambos bloques.
Celebraron la conformación de una virtual área de libre comercio sudamericana para el comercio de bienes en 2019, año en que concluyó el último cronograma de desgravación de los acuerdos comerciales firmados por el MERCOSUR con sus Estados Asociados en el ámbito de la ALADI, así como el proceso en curso de ampliación, modernización y profundización que llevan adelante los Estados Partes con sus socios de la ALADI en el marco de los acuerdos firmados por el MERCOSUR.
Resaltaron la realización de la reunión de Jefes de Estado, en Santiago, del 22 de marzo, cuando se lanzó la idea de un nuevo espacio regional para avanzar en la integración de América del Sur, con base en los principios de la democracia y del libre mercado.
Reiteraron el firme interés de Argentina y Brasil de iniciar sus respectivos procesos de acceso a la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) y manifestaron la expectativa de que los miembros de la organización alcancen prontamente los entendimientos políticos necesarios a la expansión de la OCDE.
Coincidieron sobre la importancia de la energía como motor de desarrollo económico y social y, en ese sentido, destacaron el rol del planeamiento como herramienta indispensable para la adecuación de las proyecciones de crecimiento a los recursos energéticos necesarios.
Concordaron en instruir los respectivos órganos responsables a profundizar el intercambio de informaciones técnicas sobre planeamiento energético.
Subrayaron la importancia de acceder a nuevas fuentes de energía para sustentar el desarrollo reconociendo el potencial de las reservas y producción de petróleo y gas natural de los yacimientos de Pre-Sal y Vaca Muerta de ambos países. En ese contexto, se comprometieron a continuar impulsando el desarrollo de nuevos recursos energéticos en sus respectivos territorios.
Acordaron la importancia de continuar trabajando en mecanismos de integración y colaboración conjunta, priorizando los proyectos energéticos de acuerdo a las circunstancias existentes en cada país. En este marco, la Comisión Técnica Mixta para el aprovechamiento de los recursos hídricos compartidos del Río Uruguay se centrará en definir la oportunidad y los mecanismos que permitan profundizar los estudios requeridos.
Compartieron la visión de la importancia de la bioenergía y de los biocombustibles para la seguridad energética, el desarrollo económico y la protección del medio ambiente. Afirmaron su satisfacción con la cooperación entre Brasil y Argentina por medio de la Plataforma para el Biofuturo y del Grupo Ad Hoc de Biocombustibles del MERCOSUR. Determinaron profundizar su cooperación en esos ámbitos y en un nuevo proceso bilateral con miras a la progresiva armonización de políticas y normas técnicas para el sector.
Artículo publicado por el sitio Economis