Gabriela Michetti tendrá que explicar qué pasó con la plata del Senado

La ex vicepresidenta y ex titular de la Cámara de Senadores Gabriela Michetti fue denunciada por defraudación contra la administración pública y negociaciones incompatibles con la empresa Dinale S.A. La presentación judicial fue realizada por la directora de Asuntos Legales del Senado, la abogada Graciana Peñafort. La acusación apunta que Michetti “hizo pagos millonarios por obras que no tuvieron avances. Se entregaron más de 180 millones de pesos y el trabajo está inconcluso”, explicaron desde la presidencia del Senado. El Juzgado Federal número 11, a cargo de Marcelo Martínez de Giorgi –reemplazante de Claudio Bonadio–, estará a cargo de la investigación.

La denuncia que se presentó este viernes es por obras para la puesta en valor de terrazas, patios, contrafrente y circulación en el edificio anexo Alfredo Palacios del Senado. La firma contratada para realizar estos trabajos recibió adelantos millonarios, pero las obras nunca fueron concluidas.

En la presentación judicial, Peñafort explicó que se entregaron anticipos “por fuera de la normativa, sin motivación alguna”. “Una vez otorgados, no fueron descontados conforme a los avances de obra certificados”, agregó en la denuncia. Incluso, señaló que la gestión de Michetti “continuó efectivizando pagos por sobre los adelantos irregulares otorgados de manera excepcional e injustificada”.

“No se ha podido certificar que dichos anticipos hayan sido utilizados para los fines declarados, jamás se certificó la compra de materiales para acopio por los montos otorgados, ni se encuentran en las instalaciones del edificio”, remató la denuncia. La acusación también recae sobre Helio Rebot, secretario Administrativo de la Cámara alta en su momento, y Germán De Vincenzo, presidente de la empresa Dinale S.A.

Otro aspecto de la denuncia señala irregularidades en torno a la firma contratada. Peñafort sostuvo que “la empresa no era proveedora del Senado y nunca pidió la habilitación de la obra”. También indicó que la contratación “pudiera resultar irregular en manos de una empresa que no siempre habría formulado la mejor oferta en el marco de las distintas licitaciones”.

La firma Dinale S.A. tampoco presentó “representante técnico habilitado ante el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, ni gestionó los permisos de obra, ni se presentaron los planos aprobados por el organismo competente en la materia, ni se han colocado los carteles con los permisos correspondientes”, subrayó Peñafort para mostrar los diferentes ilícitos en la contratación.

La directora de Asuntos Legales del Senado no descarta la posibilidad de sobreprecios en las contrataciones que realizó la gestión anterior. “Los precios determinados por la administración para la apertura a licitación de las obras no encuentran justificación fehaciente”, destacó en la denuncia. “La diferencia presupuestaria, en algunos casos, llega a montos que no encuentran explicación alguna en los expedientes administrativos de licitación, llegando a constituir un posible sobreprecio de obra”, precisó. 

“Todo es un escándalo, son obras que ya deberían estar terminadas”, dijo Peñafort a PáginaI12. “Nos llegaban facturas que pretendían seguir cobrando por una obra que nunca terminaron”, enfatizó y agregó: “La gestión anterior le dio un anticipo del 25 por ciento, cuando el pliego de licitación decía que debía ser del 5 por ciento”.

Estas irregularidades salieron a la luz luego de que la empresa reclamara lo que supuestamente les faltaba cobrar, y las nuevas autoridades analizaron la contratación y los trabajos realizados. “Tuvimos que desalojar un piso que se había inundado y ahí encontramos la documentación”, explicó Peñafort.

Sobre las irregularidades, la abogada agregó que durante la gestión de Michetti “el Senado firmó certificados de obras que nunca se hicieron”. Además, ante la consulta de este diario, criticó el estado en el que dejaron el edificio del anexo, que está sobre la calle Hipólito Yrigoyen: “No arreglaron el panel eléctrico ni el sistema de evacuación. Cualquier falla podría ser una tragedia”.